Reinas

Sabemos que somos reinas, inclusive los días malos.
Los grises días demasiado soleados, las noches largas en las que amanece demasiado rápido.
Sin sangre azul, sin corona visible, sin absurdos títulos nobiliarios.
Somos reinas, inclusive cuando estamos tristes...

¡Felices Pascuas!

¡Hola!
Soy el conejito de Pascuas y vengo a desearles unas felices Pascuas, ahora que ya se acercan...

(¿Cómo? ¿Navidad? ¿Pero qué día es hoy? ¿En qué mes estamos? No, no sé, no me fijo en esas cosas, me parece que ya es hora de que sea Pascua de nuevo... Uy, bueno, está bien, si es taaan importante que en Diciembre sea Navidad y no Pascua, les doy la razón, me voy a dormir un rato más y vuelvo en unos meses...)

Un día cualquiera

Esa mañana cualquiera, en la que nada extraordinario va a pasar, en la que no hay nada especial para hacer, es el día ideal para estrenar la nueva pollera violeta.
Nos vestiremos lo más elegantes posibles, sí, con el colgante rojo también. Si el gatito quiere, le pondremos un sombrero.
Y veremos que el día nos sonríe, porque reconocimos que todos los días son especiales, y que salir a jugar al jardín, por ejemplo, puede ser toda una fiesta.