jueves, 14 de enero de 2010

Esperando el colectivo

Esperar el colectivo es todo un arte.
Hay que conservar la compostura. No se puede estar saltando de un pie al otro demostrando demasiada impaciencia. O quejarse usando términos poco delicados. O bufar... que feo.
Hay que seguir sonrientes, aunque el colectivo tarde en llegar.
Uno nunca sabe a quien puede conocer en esa fila. Quien nos está mirando...
Quizás esté el amor de nuestra vida...