viernes, 24 de septiembre de 2010

Annete, su paraguas y los días de sol


Bueno, está bien, Anette sabía que no estaba lloviendo.
Pero, ¿por qué salir a la calle con paraguas solo cuando llueve? A ella le gustaba mucho su paraguas.
Él, como todo buen amigo, nunca se quejaba de su inutilidad bajo el cielo limpio.
A veces saludaba a la única nube con la resignación de quien espera a la lluvia. Pero tiene paciencia.
Y cada tanto, llovía.